«… They want to be like me.» – Jesse
Elixir B-Movie cuasi gore lésbico o como diría un hipster, fashion film.
El Demonio Neón apuesta por la riqueza visual contra la monotonía a la cual nos ha tenido sometid@s el cine de los dos miles. En defensa de la “belleza” y la sangre, literalmente.
Una oda a la estética “Club Kid”, movimiento glitter – glam anarquista fundado en Nueva York a finales de los años ochenta (que terminó en el encarcelamiento de su líder Micheal Alig culpable de asesinato), cuando la moda simbolizaba individualidad y daba paso a la imaginación obligando a los “Club Kids” a desarrollar sus propios vestuarios con temáticas alienígenas, travesti, geométricas, teatrales, políticas y todo lo que se pudiera pegar con pistola de silicón.
Precisamente se respira dicha individualidad en apostarle a un género desmembrado e inquietante que juega con nuestro pulso así como alimenta nuestros ojos con belleza en su más decadente expresión…
La presencia de la iluminación neón nos atrapa como moscas y es definitivamente un personaje icónico en la película al igual que la música de Cliff Martínez, creando una atmósfera de doloroso vacío enplenitud artificial. Un tema visto, la triste vanidad y envidia entre féminas en la industria de la moda… Y no, por ser lenta no quiere decir que sea de arte.
Elle Fannin es un bouque y Malone el gato que come flores, ambas actrices de verdad.
Neo Poema… Neo Demonio… The Neon Demon de Nicolas Winding Refn, intensamente recomendable para raros, artistas y voyeurs. Cristianos, abstenerse.
L.F.