HORRIBLE PUBLICIDAD HORRIPILANTE
Claudio Acevedo
Querido follower:
Se llama Aly Raisman. Ya pocas imágenes apocalípticas me impresionan. Pero ver a Aly, en una corte gringa, aclarar a Larry Nassar, médico sociópata metido en una rata, su abusador cuando niña gimnasta —de ella y de decenas más—, que había sobrevivido a su miserable agresión sexual, me conmovió hondamente.
Veinteañera hermosa, Aly hablaba, más que con una voz serena aunque aniquiladora, justiciera, con su cuerpo.
Gimnasta triunfadora (medallas de oro), modelo (92-66-89), e imaginativa. Así es. Raisman compareció tatuada con mensajes aún más elocuentes, categóricas, inapelables, que la sentencia judicial que hundirá a Nassar de por vida en prisión. Vida infernal tras las rejas de un violador de infantes. Sólo le faltó, puntilla de la ironía, proporcionarle sus direcciones electrónicas: alyrasiman y @Aly_Raisman.
Algo así como: “Vil cagarruta, miserable prepotente, macho mierda, aquel cuerpo que quisiste destruir, renació entre esplendores”.
